En esta obra sublime, se evoca la esencia mística de Ixchel, la diosa maya de la luna, la fertilidad y el amor. Con una maestría inigualable, cada trazo revela una figura celestial envuelta en un aura de serenidad y poder. Ixchel, con su mirada profunda y enigmática, parece emerger de un sueño antiguo, trayendo consigo la luz suave y plateada de la luna. Los colores y las texturas crean una atmósfera que transporta al espectador a un mundo donde lo divino y lo terrenal se entrelazan. El rojo, presente en la obra, simboliza la vida, la pasión y la energía vital que emana de la diosa. El negro, profundo y misterioso, representa el universo y el infinito, el manto que envuelve a Ixchel en su viaje nocturno. El amarillo, brillante y cálido, evoca la luz del sol que complementa la luna, simbolizando la dualidad y el equilibrio. El blanco, puro y resplandeciente, representa la claridad, la paz y la conexión espiritual. La diosa está adornada con símbolos mayas que narran historias de amor, creación y protección. Su presencia imponente pero gentil invita a una contemplación profunda, despertando una conexión espiritual y una admiración por la rica herencia cultural de los mayas. “Ixchel, la Diosa de la Luna” es una celebración de la mitología maya y una invitación a explorar la belleza y el misterio de lo divino., Medidas: 122cm x90cm