El Porsche 356 C de 1965 es una pieza reverentemente icónica de la historia automotriz, marcando el final de una era para la marca y que, paralelamente sentaba las bases del legendario 911. El modelo 65 fue el último año de producción del 356 antes de ser reemplazado por el legendario 911.

Carrocería : El 356 C conserva las líneas curvas y fluidas que caracterizaron a sus predecesores, pero con un aspecto más refinado y moderno.
Interior minimalista: El habitáculo es sencillo y funcional. Los asientos de piel, el volante deportivo, un panel de instrumentos sencillo.

Motor: Se redujo la gama de motores a tres, eliminando la variante de 60 hp. El motor base era el de 75 hp del 356 B 1600 Super. También se ofrecía un motor más potente.

Manejo ágil: Con su peso ligero y su suspensión bien ajustada, el 356 C ofrece una experiencia de manejo emocionante y atractiva.

Un clásico atemporal: Su diseño y su rendimiento sólido lo convierten en un clásico codiciado por los coleccionistas más exigentes.

El último 356: El 356 C representa el final de una era para Porsche, marcando la transición de la compañía hacia el futuro con el 911. La producción del tipo C va de 1964 a 1965. El último Porsche 356C se entregó en mayo de 1966.

Influencia duradera: El diseño y la ingeniería del 356 C han tenido una influencia duradera y constante en los modelos posteriores de Porsche.

Un ícono automotriz: El 356 C es considerado un ícono automotriz por su belleza, rendimiento y protagonismo en la historia de Porsche.

En general, la Porsche 356 C de 1965 es una máquina fascinante que combina a la perfección estilo clásico, rendimiento emocionante y un legado duradero. Un valor que no puede sino dejar de subir en el mercado del automóvil clásico y quien lo posee, no lo compra: invierte. 

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